¿Alguna vez te has sentido como una pequeña pieza desgastada y remplazable de una maquinaria gigante? Sin tiempo de descanso o mantenimiento; solo impulsado por un motor que te presiona a realizar tu función. ¡DESPIERTA!, así vives, en automático, con prisa, impulsado por las tareas diarias y las «obligaciones» acuñadas a tu persona, bajo la presión del sistema que moldea a las masas con prototipo...