España vive en el imperio de los gestos. La democracia parlamentaria se ha convertido en un teatro y, en los últimos años, el Gobierno español, que ha hecho frente a una gravísima pandemia cuyos verdaderos efectos desconocemos aún, se ha dedicado a la escenificación, a las mentiras y a la normalización del abuso del poder.
Pero, ¿por qué los ciudadanos seguimos atrapados en esta visión espuria y m...