Desde que en 1962 viajó a América Latina por primera vez, Eric Hobsbawm mostró un interés apasionado por aquellas tierras, «donde la evolución histórica se producía a gran velocidad» y podía ser observada en el curso de una vida. De aquí que dedicase gran parte de su obra a estudiar unas gentes y unos países que pensaba que podían ser el próximo escenario de una revolución. A su muerte, en 2012, d...