En su célebre ensayo homónimo de 1951, Eric Hoffer indagó en la naturaleza del “verdadero creyente”, el fanático, y en el activo papel que tuvo en la deriva totalitaria de los movimientos de masas de los años treinta. Fanático es “quien está dispuesto a sacrificar su vida y la de otros por una causa sagrada, una totalidad colectiva o una Arcadia futura”. Su sectarismo y férreo dogmatismo, ya sea p...