Entrelazadas con las escenas de una película a modo de contrapunto, Una vida tranquila recorre las trayectorias de tres artistas que eligieron la calma y la contemplación no solo como manera de entender su oficio, sino como forma de estar en el mundo. Aunque en sus páginas aparecen Fra Angelico, Ajmátova, Emily Dickinson, Falla, Britten, Thoreau, Etty Hillesum, los monjes de De dioses y hombres, F...