A Olivia Lowell le encanta vestir a la moda, ponerse zapatos de tacón y hacerse la manicura francesa. Pero también adora cuidar de los animales y quiere ser veterinaria, como su padre. Mucha gente no comprende cómo una refinada dama puede, en ocasiones, convertirse en toda una salvaje y, sin llegar a conocerla, la juzgan precipitadamente desde que era niña.
Harta de las miradas prejuiciosas, Ol...