Un relato explosivo y conmovedor en el que Alejandro Palomas recupera los personajes que conocimos por primera vez, y de los que nos enamoramos, en Una madre.
«R estaba sentado en la alfombra, junto a la cama, exactamente como le había visto la noche de la tormenta que un año antes nos había cambiado la vida a los dos. Me miraba fijamente y jadeaba, inmóvil, como cuando en verano se tumba al sol e...