Tras casi dos décadas pudriéndose en una celda, Antonio Gil Valdés decide tomar el lápiz y relatar los motivos que lo llevaron a ser encarcelado en 1956. Con un lenguaje ágil y, en ocasiones, soez y estrambótico, el narrador nos sumerge en un Madrid, y un país, gris y hambriento, plagado de pícaros y sablistas, de verdugos y víctimas: un país henchido por la soberbia de los vencedores y amed...