Lo conoció en el bar donde se tomaba la última copa de la noche. Se cayeron bien, se gustaron... y acabaron compartiendo algo más que alcohol en casa de él. Hasta aquí todo normal, ¿no?
Pero como suele ocurrir con los polvos rápidos, la cosa acabó mal, y ella se marchó enfadada, convencida de que no quería volver a ver a ese tipejo en la vida.
Para ayudarla a olvidar el mal trago, sus amigas la ll...