Samantha sufre de agorafobia y no soporta el contacto físico ni visual con extraños. Muchas cosas le provocan ansiedad, pero si algo la ayuda a sentirse bien es un buen plato de ramen.
Y precisamente será una porción de ramen la que hará que Takao y Samantha se conozcan.
Con su risa fácil y su energía, Takao logrará hacerle ver a Sam que al otro lado de la puerta hay un mundo al que puede regresar...