Tres meses de prueba:
"—¿Cómo? No me digas que tu hija es maestra.
—A trancas y barrancas, como César, llegó a ser perito agrícola. Pero llegaron los dos. Yo no tenía derecho a enterrarlos aquí. ¿Sabes? Con un poco de influencia, he logrado que a Lina le correspondiera esta escuela —y de repente— oye ¿Y tú chica? ¿La has traído ya de ese pensionado tan elegante?
—De ella quiero hablar...