Nuestra conducta parece ser el resultado de una constante batalla entre la emoción y la razón. El sistema nervioso humano, diseñado para la supervivencia, ha evolucionado hasta, incluso, desarrollar la capacidad de controlar las decisiones.
El sistema límbico en nuestro cerebro, que maneja las emociones, desencadena motivaciones instintivas. Pero la corteza cerebral, la parte más reciente de la ev...