Al observar el mundo, es muy fácil darse cuenta de que estamos rodeados de números. Están en el ascensor, en las tarjetas de crédito, en las elecciones a la presidencia del gobierno, en las películas, incluso en nuestros sentimientos… Y su presencia no es meramente testimonial. En una sociedad cada vez más tecnológica, los números son códigos de los que depende nuestra privacidad —¡y nuestro diner...