Acabado el siglo XX, tras experiencias como el colonialismo, las dictaduras fascistas y comunistas, el Holocausto, las dos guerras mundiales y la Gran Depresión, el mundo parecía encaminado hacia aquello que llamamos «progreso». Creíamos que la reducción de la pobreza y las guerras o que el aumento de las democracias habían sido logros civilizatorios irreversibles. Y, sin embargo, en lo que va del...