«Sería muy difícil explicarle que yo no me enamoro; que no soy capaz de sentir; que mi corazón hace años que se transformó en alguna materia parecida al corcho y que lo que corre por mis venas se parece más al agua que a la sangre. Que ya no me estremece una mirada, ni una sonrisa, ni un roce. Que los hombres son para mí simples figurantes de un decorado; que sólo tienen el cometido de ayudarme co...