Cuarenta años después, aún se perciben las secuelas de la Guerra de los Dioses. En Skittersill, un distrito pobre que todavía se rige por los decadentes edictos de los dioses caídos, las malas condiciones de vida de los habitantes han despertado una serie de protestas y motines.
Ante esto, el Rey de Rojo —un enorme esqueleto viviente que dirige una de las corporaciones más poderosas del nuevo mund...