El atentado ocurrido durante los Juegos Olímpicos de Múnich en el año 1972 acabó de forma traumática con la inocencia del deporte y puso de manifiesto que un ataque a un gran evento deportivo proporcionaba la visibilidad internacional que cualquier agrupación terrorista desea para su causa. Desde entonces, decenas de ataques se han producido durante el transcurso de competiciones de interés mundia...