Las olas de calor y de frío tienen graves consecuencias para la salud pública ya que pueden agravar las enfermedades cardiovasculares y respiratorias e incluso pueden causar la muerte. Sin embargo, hasta el año 2003 no se habían puesto en marcha planes de prevención para minimizar el impacto de las temperaturas extremas y sus efectos indirectos. Y es que aquel año fallecieron 6.600 personas en Esp...