Justo cuando se creía tener tomada la medida a Asia, se llega a Filipinas, un lugar donde los sacerdotes ocupan el lugar de los monjes budistas, los triciclos sustituyen a los tuk-tuk y el adobo reemplaza a la pho. De entrada, más que encandilar, Filipinas produce un efecto descorazonador, una sensación que va desapareciendo cuando se profundiza en su esencia y sus muchos tesoros: esmeraldas banca...