Espejos de amor y dolor.
Dice la poeta:
De la nada y de la mano diáfana, dotada de clarividencia lírica, dejo plasmada en cada pedazo de papel mis versos.
Desde mi pininos cuando mi madre, llamándome un día, dijo: «Hija, ¿qué haces?».
Yo le respondí: «Juego con el sol para con sus rayos escribirle al niño Dios».
Y así, guiada únicamente por mi sensibilidad incansable en mitad de la noche, al aman...
Espejos de amor y dolor.
Dice la poeta:
De la nada y de la mano diáfana, dotada de clarividencia lírica, dejo plasmada en cada pedazo de papel mis versos.
Desde mi pininos cuando mi madre, llamándome un día, dijo: «Hija, ¿qué haces?».
Yo le respondí: «Juego con el sol para con sus rayos escribirle al niño Dios».
Y así, guiada únicamente por mi sensibilidad incansable en mitad de la noche, al aman...