La sola mención de Brasil evoca la idea de paraíso: aguas cerúleas que dan paso a 7500 km de arena tostada por el sol; metrópolis invadidas por la música e idílicas islas tropicales; fascinantes ciudades coloniales y accidentados cañones de roca roja; majestuosas cascadas y ríos cristalinos; exuberantes bosques y densas junglas; gente guapa y fútbol. Y todo a lo grande.
• Rendirse ante el hechizo ...