He retomado mi vida.
He retomado mi tiempo.
He retomado mi libertad.
Y ahora que estoy empezando a disfrutar de mi nuevo estado civil, de pronto me doy cuenta de que me gusta Diego. Y lo peor de todo es ¡que yo también le gusto a él!
No sé qué hacer, porque por más que intento evitarlo, la vida lo pone ante mí una y otra vez, ¡y yo no soy de piedra!
En definitiva, he decidido permitirme el lujo qu...