Briseida y Blake se conocen desde hace años, por los campamentos de verano, y porque en ellos se gastaban bromas pesadas el uno al otro solo por fastidiar, hasta que la cosa se les fue de las manos y Blake casi muere.
Han pasado los años y ya no queda nada de esos niños. No esperaban que sus caminos se juntaran de nuevo, pero el destino siempre tiene otros planes y acabarán trabajando en el mismo ...