Hablar de amor es político. Y cuando se habla de amor también se habla de política. El feminismo es hoy la gran y única revolución, gracias a su autonomía intelectual y cultural. No se trata de esconder el amor, sino de dejar de usarlo en contra de las mujeres. Cambiar la política es cambiar la idea conservadora y nociva del amor. El machismo juzga a las mujeres por amor. Las somete a la violenci...