Ser feliz es fácil, lo difícil es ponerlo en práctica.
En un mundo donde abunda el estrés, la ansiedad, la depresión y el vacío existencial hablar de felicidad es blasfemia. Y afirmar que es fácil, una provocación en toda regla. La sociedad se ha convertido un gran manicomio. La única razón por la que no estamos todos encerrados es porque somos demasiados. Uno de los síntomas de esta enajenación c...
Ser feliz es fácil, lo difícil es ponerlo en práctica.
En un mundo donde abunda el estrés, la ansiedad, la depresión y el vacío existencial hablar de felicidad es blasfemia. Y afirmar que es fácil, una provocación en toda regla. La sociedad se ha convertido un gran manicomio. La única razón por la que no estamos todos encerrados es porque somos demasiados. Uno de los síntomas de esta enajenación c...