Soy médico -escribió la doctora África Sendino-; he metido las manos en la masa del sufrimiento con la noble intención de aliviarlo. Y si he tenido el privilegio de tocar en otros cuerpos tanto dolor, ¿cómo no permitir que otros lo toquen en el mío? Gracias a esta enfermedad que sufro he comprendido que compartir el dolor no significa simplemente asumir el dolor ajeno, sino también repartir el pro...