Una historia de aventuras y emboscadas en el corazón del desierto exigía que quien la escribiera demostrase, como ya ha ocurrido con Ébano o Tuareg, que conocía muy bien dónde se desarrollaban tales acontecimientos.
«A lomos decamellos, a lomos de caballos, saliendo de la nada, con nada entre las manos, así llegaron.
Con la fe como espada, conla verde bandera, y la limpia mirada, así llegaron.
¿De d...
Una historia de aventuras y emboscadas en el corazón del desierto exigía que quien la escribiera demostrase, como ya ha ocurrido con Ébano o Tuareg, que conocía muy bien dónde se desarrollaban tales acontecimientos.
«A lomos decamellos, a lomos de caballos, saliendo de la nada, con nada entre las manos, así llegaron.
Con la fe como espada, conla verde bandera, y la limpia mirada, así llegaron.
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