Vivimos en un mundo de interdependencia social enriquecedora pero que, a veces, puede tornarse en un alto grado de presión social, laboral o familiar que si no sabemos gestionar adecuadamente acarreará consecuencias negativas a nuestra calidad de vida. La buena noticia es que esa adecuada gestión puede ser aprendida y desarrollada mediante implementación de hábitos conductuales, cognitivos y emoci...