«Magnífico. Recupera...
Un viaje a la ciudad que fue el motor cultural del Imperio bizantino, la joya oculta del Adriático.
En el año 402 d. C., después de que las tribus invasoras traspasaran las fronteras alpinas y amenazaran el Imperio romano de Occidente, el joven emperador Honorio trasladó la capital, hasta entonces en Milán, a una ciudad pequeña pero de fácil defensa en el estuario del Po. Desde entonces, y hasta el año 751 d. C., Rávena fue el centro cultural y político del norte italiano y la región adriática. ...