La novela erótica más gamberra
Helen está deprimida; sólo quiere encerrarse en casa, atiborrarse de calorías y escuchar música romanticona.
Resignada, traza nuevos objetivos, empezando por buscar un empleo en el que el jefe (condición indispensable) no sea atractivo, en el que pueda pasar desapercibida y en el que, además, se valore su esfuerzo.
Así que cuando encuentra un puesto hecho a su medi...