Quien tuvo la culpa: "No era bonita Mary, no; pero tenía, en cambio, algo en su persona que atraía y subyugaba. Su rostro de óvalo perfecto, aunque con pómulos un tanto agudizados, poseía un sello tan personal que nadie, después de contemplarla, se hubiera atrevido a negar su atractivo, que se manifestaba en los menores gestos y rasgos de la carita de epidermis blanca, donde la boca grande dejaba ...