La mayor dificultad con la que nos enfrentamos en nuestro desarrollo emocional es que no nos han educado para pensar sobre lo que sentimos, por qué lo sentimos, ni cómo nombrarlo. Ni siquiera nos han enseñado a sentir. La educación se centra en el cerebro racional, y olvida casi por completo el cerebro emocional: ésta es su asignatura pendiente.
Sin embargo, es cada vez más sabido y aceptado por t...