Un buen día te levantas, te pones los vaqueros de siempre y la americana de cuero negra, entras en la consulta de un médico y sales sabiendo que te quedan cuatro meses de vida. Sabes también que no vale la pena luchar, así que lo mejor será ir saldando tus deudas y despedirte de lo poco o mucho que el destino te ha dado.
Enzo solo tiene a dos personas a quien decir adiós: ahí está Víctor, su amigo ...