
Puedo nombrar esta grieta
Hay un ejército de tías con dedos finos que se dejan las uñas en las notas del móvil. Un ejército de tías que desafían la cama todas las mañanas. Una cama caliente, acolchada y suave. Van por ahí con cara de colchón viscoelástico, de almohada con la funda de rímel corrido y sirven cafés, venden ropa, limpian tazas de baño con lejía y escriben en los descansos, en los aseos, tras la barra, en el m...
Hay un ejército de tías con dedos finos que se dejan las uñas en las notas del móvil. Un ejército de tías que desafían la cama todas las mañanas. Una cama caliente, acolchada y suave. Van por ahí con cara de colchón viscoelástico, de almohada con la funda de rímel corrido y sirven cafés, venden ropa, limpian tazas de baño con lejía y escriben en los descansos, en los aseos, tras la barra, en el m...
