A lo largo de esta novela gamberra, unos chicos poco aficionados al jabón irán descubriendo que un mundo sin ducha no es tan deseable como creían.
Desde que era niño, al inventor Edward Lacoste todos le decían que se duchase, se lavase los dientes y ordenase su laboratorio, así que creó Péstor, un mundo paralelo donde las normas de higiene funcionaban al revés y se fue a vivir allí. Pero cometió...