En los últimos años se ha hecho evidente que las crisis periódicas propias del capitalismo solo traen altos niveles de desempleo y desigualdad, desahucios y empobrecimiento, y una desestabilización política que afecta al conjunto de las instituciones. La irrupción de nuevos partidos, la desaparición o debilitamiento de los tradicionales y el renacimiento del nacionalismo son otros de sus efectos c...