La realidad del diseño es paradójica: a pesar de que todo lo que nos rodea está diseñado –tanto objetos y espacios como comunicaciones y actividades— y de sus importantes repercusiones en la vida social, económica y cultural, es una actividad de confusa definición y difícil reconocimiento. Una indefinición que no solo alcanza a los usuarios, sino a quienes ejercen la profesión o la enseñan, obliga...