Por compasión, no:
"—¡Rafael!
—Mamá, seamos sinceros. Estamos solos, ¿no? Nadie nos oye. Tú y yo jamás hemos tenido secretos el uno para el otro. Conozco a Diana, la conocemos los dos, sabemos lo mucho que vale, lo buena que es, lo bella que es… lo… apasionada que es. Por tanto no puede, sólo por agradecimiento, casarse con un hombre al que, si bien debemos mucho, jamás pudo inspirarle a...