Si el fervor religioso y los cantos espirituales son producciones artísticas usualmente relacionadas con el antiguo mundo campesino, lo son aun más aquellas historias que se vinculan con el demonio, el diablo, Satanás o Belcebú. Da lo mismo el nombre, la figura demoníaca ha estado presente desde hace mucho en el imaginario popular para tentar a los seres humanos con las más bajas pasiones de la ca...