«Por San Lorenzo pasaron muchos cracks y, según a qué generación pertenezca cada uno, hay nombres que están grabados en el alma. Vi jugar a varios en el Viejo Gasómetro (inolvidable en mi corazón de Cuervo) y otros tantos en el Bidegain. Pero hay uno que borra toda polémica y, de alguna manera, nos pertenece a todos, grandes y chicos, vitalicios y jóvenes socios, un 10 que pareciera llevar el núme...