Una reivindicación de la cultura humanística, asediada y cada vez más relegada hoy en día, pero que aquí recobra un sorprendente aliento, quizá porque, como dice el propio autor, se trata «de una larga tradición que se hace novedad cada vez que unos ojos la existen».
No se deje engañar el lector por el matiz de humildad –y casi de ironía– con el que el profesor Antonio Prieto ha titulado esta anto...