El amor-odio entre tu pelo y tú probablemente parte de un hecho: no lo conoces. Lleva años ahí arriba como un pasmarote, protegiéndote del frío, del sol y de las cacas de paloma y tú sin hacerle caso de verdad. Una acaba volviéndose loca y haciéndose un moño para encerrar todos estos dilemas capilares. Pero, si lees este manual, no solo es posible que acabes llevándote bien con tu melena, sino has...