¿Qué mejor lugar para empezar el recorrido que Notre Dame? Además, ir allí primero permitirá adelantarse a las muchedumbres. Para ver más vidrieras, no hay que perderse la exquisita Sainte-Chapelle, a pocos pasos de la Conciergerie, una fascinante cárcel de la Revolución. Hay que cruzar el Pont St-Louis para llegar a la pequeña y encantadora Île St-Louis. Tras tomar el brunch o el almuerzo en el C...