Que una patera arribe a las costas canarias no es, por desgracia, un hecho insólito. Pero, cuando naufraga un cayuco en la playa de Maspalomas con más pasajeros de los que embarcaron, todo se descompone. Y el olor de dos cadáveres lo impregna todo. Dos cuerpos mustios, inmóviles, que van a dar sentido a esta novela.
Bajo un calor sofocante y pegajoso, el detective Ricardo Blanco se enfrenta a uno...