Para muchos de los que la impulsaron, como el presidente estadounidense Woodrow Wilson, la Primera Guerra Mundial era la guerra que tenía que acabar con todas las guerras, la confrontación armada que debía evitar que una carnicería semejante, con millones de muertos en todo el mundo, desproporcionada incluso un siglo después de su estallido, volviera a repetirse.
Está claro que n...