En un mundo donde están desapareciendo lo salvaje y las culturas autóctonas, Panamá, contra todo pronóstico, conserva intacta su esencia. Hacer senderismo por la selva, ver tocar las congas y remar entre islas tropicales vírgenes es una auténtica maravilla. La fauna es increíble, tanto en los lugares predecibles, como las aguas de la isla de Coiba, como en tramos de selva preservada a las afueras ...