No hay que subestimar la pequeña provincia de Utrecht. La ciudad homónima, con sus estudiantes, canales arbolados y barrio medieval, merece su fama. Contiene muchos bares y cafeterías divertidos y, para las personas tranquilas, más de una docena de museos grandes y pequeños. También se puede pasear por callejuelas llenas de recuerdos del s. xvii.Fuera de la ciudad, se pueden visitar, en bicicleta,...