Domingo, al fin. Tras una semana de intenso trabajo, yendo de aquí para allá todo el día y sintiendo que no tienes tiempo para nada, llega el ansiado fin de semana. Te sientas en el sofá, dispuesto a pasar un día relajado, miras a tu alrededor... y te das cuenta de que la casa está hecha un desastre. Al final, acabas dedicando todo el tiempo de descanso a limpiar y ordenar. Llega el lunes y empiez...