Ojos bonitos: "Al pasar a la altura de la terraza del café Oriental, la muchacha levantó los ojos. Eran extraordinariamente grises, de un gris claro y transparente. Indudablemente bellísimos.
César parpadeó. Los suyos eran negros y serios. Siguieron la esbelta figura vestida de oscuro que caminaba calle abajo con un paquete bajo el brazo.
–Asombrosamente guapa –dijo César, sin poder disimular...