Lo mejor, si se puede, es empezar temprano visitando el Metropolitan Museum of Art, que puede ocupar fácilmente una mañana (o más). Luego hay que acceder al Central Park por la entrada que hay al sur de 79th St Tranverse y unirse a la gente que hace pícnic o descansa sobre el césped de Cedar Hill (también llamado Cat Hill por la escultura del gran gato al acecho); en invierno los niños bajan en tr...